#2 – Tú Maestría: el Poder Único del Padre - parte 1 [180128]

#2 – Tú Maestría: el Poder Único del Padre - parte 2 [180128]

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#2 – Tú Maestría: el Poder Único del Padre, para manifestarse en La Tierra; y Ser el Maestro que se ha hecho a sí mismo.

[180128] – Cada uno de vosotros ha luchado y trabajado en el haz de La Tierra para estar
hoy presente ante su Maestro –ante este Portal que el Padre ha puesto en La Tierra [1], y
que se abre… porque sois creación y belleza del Señor, forjados en un crisol de Amor y Luz.
Nada hay de oscuridad en vosotros; sois hijos legítimos de mi Padre; sois presencia
de Dios en La Tierra; pero muchas veces lo olvidas.
PEDROS, HERMANDAD. - Pedros caminantes y viajeros, Pedros de otras comarcas,
Pedros benditos que sois Portales de la humanidad misma –pero que tú mismo no lo sabes.
A través de vosotros, la palabra de tu Dios, se entrega a toda la humanidad, a todos tus
hermanos y compañeros. −Sí, a aquellos de tus hermanos tan Unidos en la Luz,
y tan distantes por el mundo mismo− ya que os has hecho enemigos y contrarios
en el haz de La Tierra.
Y sigues dando armas al enemigo; y te sigues levantando en contra de tu hermano y
semejante, no sabiendo que es una grandeza de mi Padre. Mas la oscuridad del mundo, no
te deja verlo ni sentirlo; porque lo ves a través de tu carne y de tu mente, y esos
No son instrumentos adecuados para ver a la Luz y la grandeza que está
“escondida”, dentro de tu hermano y semejante.
ESCONDER TU LUZ, ES FORTALECER LA OSCURIDAD. - Y digo “escondida” porque tú siendo
Luz –una antorcha luminosa de Dios– te has refugiado en el último rincón de tu casa,
de tu cueva, de tu caverna. Y es que en verdad, has hecho de tu cuerpo y mente
material, muchas veces no solo una casa, sino una cueva.
Y a veces una caverna tan grande –donde no encuentras la Luz que Tú Eres− pues así lo ha
decretado la oscuridad. Y tú le has dado la fuerza y el poder para manifestarse en
tu vida con amargura, miedo, temor; abandono de ti mismo; soledad, miseria,
muerte, enfermedad, vicio.
Ella te hace creer que la Luz es débil; y cosa de vergüenza y pena (Humildad, sencillez,
nobleza, Inocencia, bondad). Que aquella grandeza – la Luz que Tú Eres– no es digna de
manifestarse en este haz de La Tierra; al grado que la escondes para que nadie la vea.
Has creído en la oscuridad; y en esa creencia, le has hecho grande
–cuando la grandeza tuya, es la que venía de mi Padre.
Tú no puedes ver la estrella que es tu HERMANO Y SEMEJANTE, porque lo ves con un
instrumento que no es el adecuado.
Quita esas cortinas de oscuridad; quita ese antagonismo que tanto daño te ha hecho… y
abraza a tu hermano y semejante. Abrázalo con todo tu Amor, con toda tu Fe,
con toda tu confianza; para que ese hermano tuyo, quite las cortinas de la oscuridad, y
salga de la caverna −donde el mismo se ha puesto.
¡No eres un Ser separado de otros, eres Uno solo en verdad! UNO SOLO, EN MI PADRE.
Que el MUNDO te hace ver como enemigos… ¡ese es tu gran reto a vencer!
Te he dicho que navegues en contra de esa corriente del Mundo; que no seas como él:
engaño, mentira, falsedad. Es la manifestación del Bien y del Mal; es locura; ya que todo
lo que hagas en el Mundo –aunque sea perfecto– No lo será para él.
Y sí es imperfecto u oscuro, tampoco lo será.
Y sí te vuelves como él; no puedes entonces ver, ni entender a tus hermanos y semejantes
–que al Ser esencia misma de Dios… al que desprecias, es a tu Dios.

MAESTRÍA. - Cada uno de vosotros brilla con un fulgor único, aunque muchas veces, ese
brillo no puede ser visto por tus hermanos y semejantes –porque no tienen la
preparación en su corazón para verlo.
Cada uno tiene una Maestría; cada uno es un diamante único, y hay una faceta de ese
diamante que brilla con más intensidad que las demás.
¡Esa es tu Maestría! ¡Ese es el Poder más grande para manifestarte en este mundo!
Mas debes de pulir todas las caras de ese diamante, para que el brillo de tu Maestría
sea en todas ellas.
Unos tienen dones, facultades, virtudes, poderes, donde su manifestación material,
tiene un Poder de mi Padre. Sea pues, que es tan grande el fulgor de mi Padre que
está en ti ¡que se vislumbra desde todos lados!
Puede ser que uno de vosotros tenga un don de enseñanza, de protección, de virtud;
de riqueza, de prosperidad; de salud, de sanación.
Ese fulgor tan grande que viene de mi Padre –que es tuyo… y es tu presencia– es tan
potente… que materialmente se manifiesta. Y ese fulgor –tu maestría en ese fulgor– por
todos los lados de tu diamante –en el centro y en todas las facetas– debe pulirse, para que
se manifieste la Maestría. Así será un diamante pulido de Maestría… en tu Perfección
Divina; para que seas ese Poder Único, que ha manifestado mi Padre en La Tierra [2].
Ahora bien, esa Maestría te dice como maestro –como Poder de mi Padre – que hay que
enseñar a tus hermanos esa Maestría. Hay que mostrar al mundo, la grandeza que está en
ese diamante; en esa creación de mi Padre. Tú no puedes siquiera imaginar, que tu Maestría,
no se encuentra por lo menos reflejada en otros de tus hermanos –los que brillan con otra
maestría. Pero en muchos de ellos, opacado todo el diamante es… todo su Ser y su
Maestría misma; opacada totalmente, al grado que no se ve lo que es, ni donde brilla. Ha
sido opacada por la oscuridad, por la falsa creencia que te ha dado el mundo de tu “Ser
mismo”
. Mas cuando tú logras brillar y dices: “tengo destreza en esto”
… esa es tu Maestría –únicamente aquella que es de Luz.
Entonces ese Poder Único ¡debe de ser reflejado en tus hermanos y semejantes!
Porque la Luz para ti, es una entrega de mi Padre al mundo. Es decir, tu Maestría –tu fuerza
misma de mi Padre, tu fuerza Divina– se debe de reflejar en tus hermanos y semejantes.
No te conformes con solamente brillar y decir: “he encontrado la Maestría de mi vida”.
El Maestro está para enseñar; ahora te toca a ti, manifestar esa enseñanza a tus
semejantes…para que tomen el brillo que les corresponde.
Al ser reflejada tu Luz en tus hermanos, en tus compañeros; ellos harán a un lado las
cortinas de tiniebla de sus vidas: esa pena, esa vergüenza; todo aquello que les opaca,
y comenzarán a buscar su brillo, su Maestría; y a pulir todo el diamante que ellos son.
Reflexiona estas palabras. Piensa bien en lo que te he dicho,
porque todo ello tiene eco, en la creación entera, y Eterna de mi Padre−
.
RECOPILACIÓN DE ENSEÑANZAS. - Yo te he enseñado tu origen: que eres un Ser Divino,
y que no hay oscuridad en ti. Te he enseñado que estás en este mundo
–no por Voluntad de mi Padre, sino por tu libre albedrío– porque has tomado del fruto,
que mi Padre te prohibió.
Te he dicho que toda aquella creencia que has desarrollado de Dios, es creación de la
oscuridad, del mundo del bien y mal… y de tu mente misma –tu mente turbada
por la oscuridad del mundo.
Te he dicho que navegues en contra de esa corriente del mundo, y que no seas como éste;
ni seas lo que él enseña, y lo que él engaña.
Te he dicho que tú eres hijo y príncipe de mi Padre; estrella de los cielos, aurora del
amanecer. Que en ti está el saber; que en ti está la Vida misma… la Vida Eterna.
−Ahora te digo: tu fulgor es único ¡Espárcelo a tus hermanos y semejantes!
¡Enséñales la Maestría que Tú Eres! en todas las formas; con todo el Poder que mi Padre te
ha dado, para que tu realización en el haz de La Tierra quede completa.
Eres un portal; eres un manantial; y todo ello se abre
con toda tu Fe, tu Amor y tu entrega total.
Pero, la humanidad misma está en oscuridad, porque tú no abres esas puertas.
No te entregas, porque desconfías de los poderes, dones y facultades de la Luz.
Porque no te puedes entregar con todo tu Ser, ya que dices: “Soy débil”
¡No, no! Débil es el mundo; más te ha hecho creer que es fuerte, que es poderoso.
Cuando tú te pules; te haces a ti mismo, y haces la Voluntad de mi Padre –que es la
Voluntad tuya. Porque aquello hermoso que le pediste a mi Padre; aquello que tú amas
en tu corazón, es lo que mi Padre te ha dado [3].
Ahora te toca a ti, la grandeza: LA CÁTEDRA DE TU VIDA. Y la Cátedra de tu Vida,
no es más que el fulgor de tu corazón.
El gran Maestro se ha hecho a sí mismo; ha brillado y ha entregado su brillo a los demás.
Esa es la Cátedra de tu Vida: cuando tú entregas el conocimiento, el despertar;
el Poder de mi Padre a tus hermanos. Entonces estás entregando la Cátedra
–la gran enseñanza de tu vida, de tu Verdad– a tus hermanos y semejantes.
¡Has hecho la Voluntad tuya… y la de mi Padre!
Muchos de mis hermanos se encuentran envueltos en guerras y en destrucción, no
solamente en este mundo –en el universo entero– también en tu casa, y en tu familia; con
tus hermanos y semejantes. Y no solamente ahí, sino en ti mismo también.
Esa guerra y esa destrucción, son propias del mundo del bien y del mal; de un conocimiento
de oscuridad, de engaño, de mentira.
Es aquella TORMENTA DEL DESIERTO que no te deja ver a tu hermano y semejante…
cómo es. Porque tan solo abres tus ojos, sientes pedradas en ellos.
Sientes el polvo del desierto; y quieres respirar… y no puedes.
No ves, no escuchas; y lo que escuchas, es tergiversado en oscuridad.
Cuando aquel te bendice, tu oyes maldición; cuando aquel de alaba, tu oyes ofensa
¡Cesa en verdad, de ser así!

Conócete que estás en un mundo de oscuridad, de guerra, de destrucción y construcción.
Estás en un mundo donde solamente tú, tienes el poder para manifestar la claridad de Dios.
Si tú no lo haces ¡nadie lo puede hacer! ¡TÚ ERES ANTORCHA DE MI PADRE!
¿Cómo va a conocer el mundo… lo que es Dios? --sino a través de ti, portal amado.
Sino a través de ti, manantial de Vida.
Dices: “que los demás lo hagan, para que yo lo sienta”. Pero, nadie lo hará; porque todos
están pensando como tú; porque el mundo te ha hecho pensar así.
Nadie puede manifestar el Amor, sino eres tú
¡Entiéndelo bien! Tú eres el hijo de Dios.
Y puedes decir: ¿Por qué los demás, no lo hacen?
Porque piensan igual que tú; y al pensar igual, cometen los mismos errores que tú.
Y en ese proceso, permiten que la oscuridad haga su trabajo y su labor:
que es destruir a tus hermanos, y destruirte a ti.
Que puede importar aquel conocimiento de las estrellas; aquel conocimiento de la
antigüedad. Que puede importar todo lo que se dice; y lo que no se dice...
Si tú no cumples; si tú no te realizas; si tú no haces la Voluntad de mi Padre –que es la tuya
propia ¿Qué pueden importar las ofensas de tu hermano y semejante?
¿Qué puede importar todo ello? si en verdad, es polvo y tierra; y nada más.
Eso hace el mundo: alejarte de tu Verdad. Engañarte con todo lo que hay afuera;
pero, no acercarte a Dios, que está dentro de ti.
MESA CON EL BANQUETE DEL PADRE - ¿En verdad quieres la abundancia y la prosperidad?
Ahí está de la mesa de mi Padre. Ahí está la riqueza, la bonanza, la bienaventuranza.
Ahí está la hermandad, la salud, la sabiduría. Ahí está todo el manjar de mi Padre.
¡Puedes tomarlo! [4] Mas solo puedes entrar a la Mesa de mi Padre,
a través de esta pequeña puerta que se llama HUMILDAD.
En esta puerta se encuentra el Maestro, lavándote los pies; para quitarte el polvo del
mundo; para enseñarte que el más grande es el más humilde.
Escucha bien la palabra: “el polvo del mundo” , porque eso es lo único que hay que quitar de
ti. Todo lo demás es el hijo de Dios; es mi hermano, es mi amigo [5].
Y ese polvo de tus pies, es el que te hace sentirte lejano, distante a tu hermano y semejante.
Yo te digo, mi pequeño, mi hermano y mi amigo: “Ahí está la Mesa esperando”.
Pero no quieres entrar porque estás peleando allá afuera; porque estás esgrimiendo una
razón que es locura… y es LA RAZÓN TUYA[6].
Es tu impedimento para que tú entres, a este recinto de Verdad y de Vida.
¡Qué te importa todo ello! ¡Sí!, si debes cuidarte en el haz de La Tierra;
pero no aceptar en tu corazón la cadena, el yugo y la esclavitud.
Muchos de mis pequeños caminan en el haz de la tierra, llevando el ESTANDARTE DE VIDA Y
DE GRACIA; mas para el mundo material… tienen que caminar, como el mundo material.
Cuando todo su interno es de mi Padre; y se vuelven justos. –Ya te he dicho que “justo”
es aquel que es perfecto en su forma, en su Ser, y manifestación–
Justos porque lo que está dentro, no cambia, ni se perturba[7].
No te podrá vencer la oscuridad, porque ella es solamente engaño. Te hace creer que no
podrás hacer nada, sino caminas con ella. Y Yo te digo: “no puedes hacer nada, porque
caminas con ella… nada de tu Verdad; ni nada de lo que es, en tu Padre”.
Cuando estés a un paso de llegar a mí –en esos instantes de agonía material– la grandeza de
tu Padre se muestra; y te das cuenta lo que hiciste, y lo que no hiciste, para tu Dios.
Te das cuenta de aquellos errores y mentiras que cometiste, para ti y para tu Dios.
Pero, no son los errores, mentiras o engaños que tú piensas que hiciste.
¡No! Es aquello que tú mismo te mentiste, y tú mismo te engañaste
… sabiendo la Verdad en tu corazón[8].
No te vas a llevar nada de lo terrenal, porque es tierra; es de este mundo.
Pero aquello que cosechas en Luz… es aquello que sembraste, y que vas a llevar a mi Padre.
Tú le pides a Él una abundancia de frutos, y de flores; y Yo te digo:
¿Los has sembrado? Dices: “es que mi tierra está llena de piedras, de palos y de alimañas.
No puede sembrar así”. Y te digo: ¿Te has preocupado por limpiar tu parcela?
¿Te has preocupado por quitar los odios, los rencores, las envidias, las furias?
¿el qué dirán, la pena, la vergüenza? Esas son las piedras que están ahí.
Te digo: “Tierra hermosa y sana es, pero tú te empeñas en dejar esas piedras
¡y quieres que alguien venga, y las quite por ti!
Todo el mundo espiritual; Yo mismo, estoy contigo −cuando tú haces el esfuerzo de
quitarlas. Pero si tú ni eso haces, nadie lo puede hacer; más que tú.
Porque no podemos transgredir tu libre albedrío.
Entiéndelo, no es mi voluntad que camines por valle de sombras; que sigas sumergido en
esa tiniebla de pobreza, de miseria, de enfermedad, de locura.
¡Pero tú no haces nada por salir de ella!
–La libertad pequeños benditos, implica ese libre albedrío… el derecho de escoger.
PADRE DE TRABAJO, LABOR. - Sí quitas la piedra o la dejas; sí haces el esfuerzo o no.
O, te engaña la oscuridad en pereza, en falsos pensamientos, diciéndote:
“Sí te ama tanto tu Dios, que la retire Él”. Y tú dices: “¡Si! Que así sea”.
Pues has tomado tu libre albedrío: has decidido creer en la oscuridad.
Tu Padre, es un Padre de esfuerzo, de lucha y de trabajo; es un Padre que da descanso
después del trabajo… no antes, porque entonces… no se haría nada.
Muchos expresas que no eres feliz. Yo te digo: ¿Has luchado, te has esforzado por ser feliz?
Porque sí así lo hicieras, en verdad lo serías –reconociéndote como hijo de Dios, y viendo la
oscuridad del mundo, como un sueño y nada más.
Tomas las cosas del mundo tan en serio, que tu Alma se perturba. Ten en cuenta que tu
materia es parte de ese sueño; y cuando duermes y sueñas –ves el sueño como algo real;
porque tu mente está sumergida en ese sueño.
Para la materia, este mundo es tremendamente real… porque está en él, es parte de él.
Pero le digo a mi hermano que está adentro de ella: “solamente es un sueño, y nada más”.
Tu Verdad Eterna, ve tan solo un sueño… no es tu Verdad; y solamente es un instante [9].
¿Qué vas hacer en este instante? − ¿Seguirle haciendo caso a la oscuridad?
¿Odiando a tu hermano y semejante y apartándote de él? ...
Así sean los argumentos que tengas… es polvo, es tormenta del desierto, y nada más.
La grandeza está en ti, en tu corazón; en tu Verdad Eterna.
Ser el mejor padre, el mejor amigo, el mejor estudiante, el mejor compañero;
ser el mejor está en ti, pequeño bendito.
Que te importa lo que digan los demás ¡Importa lo que tú haces!
Yo te dije: tu misión, tu trabajo es SER TÚ MISMO… es por lo que vas a responder ante mi
Padre. Y también te he dicho, que no puedes llegar a mi Padre diciendo: “Es que la guerra en
aquella parte del mundo; es que el mundo entero en guerra. −Es que mi pueblo, mi nación,
mi raza, mi credo; es que mi familia… es por ello Padre, que no cumplí”.
Y te digo: “Yo no te mande hacer todo ello; es imposible que tú puedas hacer todo eso.
Lo único que puedes: es hacerte a ti mismo; manifestarte como como el hijo que
Yo hice –con Amor y bondad hacia el mundo.
Mas sí mi Padre te pregunta “HAS HECHO MI VOLUNTAD” y respondes:
“He hecho, lo que más he amado. Padre, he hecho tu voluntad, porque era también
mi voluntad [10] . Quisiera haber hecho más…”.
Entonces te dirá mi Padre: “Bienvenido seas a casa hijo. Te estaba esperando; porque
siempre clame por ti. Yo como Padre de Amor, te amo y te recibo con mis brazos abiertos.
Has demostrado, cuando en aquellas tinieblas de engaño, de traición, de mentira –y en
donde has hecho mi voluntad– lo que Yo forjé en los cielos… por todo lo que tú
manifestaste; aun en esa tierra engañosa: una tierra llena de normas, leyes;
de espejismos, humos, engaños, traiciones [11] .
CONOCIMIENTO MATERIAL. – Las leyes, ciertamente las hiciste tú. Algunas inspiradas en tu
Verdad, y otras para protegerte del bien y mal; pero leyes creadas por el hombre, al fin y
al cabo. Muchos de tus libros tienen conocimiento de Verdad; más te digo que para el
SÉPTIMO SELLO de mi Padre, todos ellos son humo, polvo, y nada más. Y lo poco que te
pudieron haber dejado −aquellos que llevaron, o llevan sabiduría y Verdad Eterna–
es que te han traído hasta aquí.
Pues ¡aquí deja tus libros! ¡aquí deja tus creencias! ¡aquí deja tus ataduras! y ven a tu Señor.
En Espíritu y en Verdad; desoye al mundo, y comienza a oír a tu Dios.
Cuántos de vosotros, han caminado… cayendo y levantando; pero en
verdad y de cierto ¡Hoy están aquí!
Agradece todo ello; y bendice a mi Padre que está contigo…
Porque has llegado a la Mesa del Señor
Porque has llegado a la Séptima puerta, al Séptimo Sello [12] de tu Padre.
Porque has llegado a tu Verdad… ¡Ahora, deja todo, y sígueme!
Hoy cuando has dejado todo –hasta tus vestimentas, y tus sandalias–
has encontrado mi camino y mi Verdad.

PARABOLA DEL PASTOR Y SU MORRAL. - Un pastor que caminaba en busca de Dios, llevaba
un morral lleno de cosas: libros, semillas. Daba vueltas alrededor de la montaña, pero no
encontraba el camino de su Verdad, de su Dios. Caminando, se fue comiendo todos los
alimentos que llevaba… y al final… aún no encontraba a Dios.
En el morral llevaba grandes piedras, pues sabía en ellas estaba la Verdad de Dios,
y el camino para encontrarlo.
Decía: “aquí está escrita la gran Verdad de mi Padre; con esto encontraré el camino de
Dios”. Mas daba vueltas y vueltas, y nada encontraba. Sus vestiduras se iban deshaciendo.
Cierto día sacó las piedras del morral y dijo: “no me sirves; solo me has dado carga y peso;
y no puedo encontrar a mi Dios. Sois falsas y mentirosas”.
Entonces arrojó las piedras y el morral, desilusionado por el engaño del que había sido
objeto. También tenía temor, pues sentía las fieras vendrían sobre de él; así que se quitó sus
ropas, sus sandalias, y las dejó para que las fieras las comieran.
Dio un paso; y al dar ese paso… encontró el camino que llevaba a Dios.
En ese instante, sintió la presencia del Padre, que inclinándose le abrazó.
El pastor se preguntó ¿Cómo es posible que haya encontrado a Dios, cuando
abandone todo? −Es que todo ello, era del mundo y te ataba a este;
no dejándote conocer mi camino, mi Verdad.
Hoy cuando has dejado todo –hasta tus vestiduras– has encontrado mi camino y Verdad.
Bienvenido seas a la Mesa de mi Padre… y Sé el hijo.
Bienvenido seas a la GRAN BODA DE TU VIDA.
En ese instante el Padre le llenó de toda vianda y vestidura de Luz –de todo lo que él
había ganado en el haz de La Tierra.
DEBES DEJAR TODO para encontrar el camino verdadero a tu Padre, y Él te pueda recibir [13] .
Ese pastor no llevaba absolutamente ya nada; y solamente así pudo encontrar a Dios.
Así debéis ser vosotros, en el Séptimo Sello de mi Padre.
Deja todo aquello del mundo; porque algunos pastores, no solamente llevan piedras
–sino llevan víboras, escorpiones; y piensan que con ello, van a encontrar a Dios.
Escúchalo bien: “No puedes entrar con una alimaña ahí; no puedes entrar con un sólo
ropaje. Debes de dejarlo todo, para seguir a tu Señor.
Entonces Él te revestirá de su Verdad Eterna; y podrás tomar de esos manjares
de Luz y de Vida Eterna, de la Mesa de mi Padre.
Deja ese costal de piedras; de falsas leyes, de víboras. Deja esos pesos que solamente te
sirven para regirte en este haz de La Tierra… y nunca trascender.
Empieza a SER TÚ MISMO: EL HIJO DE DIOS.
Quítale esa importancia tremenda que le has dado a tu carne, a tu mente; a sus
pensamientos e ideas. Te dirán que es locura… y en verdad, la locura está en ellos.
El “Ser” perfecto como mi Padre, es equilibrar todos los poderes de Él.
Sé prudente, sé honesto. Calla cuando debas de hacerlo; habla cuando debas, pero con tu
corazón y Verdad. Y sí una persona es insensata, y está en locura; se prudente.
Tu hermano está en la tormenta del desierto; y debes esperar que pase ésta, para que
él pueda entender tus palabras de Amor y bondad;
y entrar “en razón” en Espíritu y en Verdad [14] .
Sé justo: equilibrado. Sé armonioso: perfecto en todas las formas.
Dirás: “No puedo ser perfecto”. Tu carne y mente, no. Tu interno, sí; es Luz.
¿Cuántos y cuántos quisieran en verdad, estar presentes en este momento?
Vosotros fuisteis escogidos por vosotros mismos; y porque le habéis pedido a mi Padre
desde antes de venir al mundo, el estar aquí presentes.
A través de los tiempos y de las edades, vosotros habéis luchado, y trabajado… y hoy estás
aquí. No eres escogido al azar. Eres un Ser, un hermano, un compañero, un amigo, un hijo
de mi Padre… que le ha pedido estar hoy presente, en los tiempos y en las edades.
Manifiéstate, a pesar de lo que se oponga el mundo, con sus leyes y reglas.
Sé prudente, cuídate, sé astuto; sé inteligente. Utiliza todo lo que mi Padre te ha dado,
para poder ser justo en el haz de La Tierra –No justiciero.
PARABOLA DEL LEON SALVAJE Y EL CACHORRO SOMETIDO. - Un día, un cachorro de león
se alejó de su manada; y perdiéndose tuvo que crecer aparte; cazando y peleando.
Sabía que tenía fuerza y poder para hacerlo. Un día encontró una jaula que estaba abierta…
y dentro un cachorro de león; al cual ayudo a salir. Este salió tambaleante.
Le instó a seguirlo, pero veía que era muy débil, y muy pequeño. Que no sabía cazar; ni
hacer nada, de lo que él sabía hacer.
Se dice: ¿Cómo es posible, si es un león? En verdad que puede defenderse; tiene todo para
ello. Entonces, le dejaba; se iba a cazar y le traía de comer. Pero veía tanta debilidad en él,
que no podía en verdad creerlo. Se decía: “pues yo me alejé de mi manada, y cazaba y me
defendía. Y él no puede cazar, ni defenderse”.
Cierto es, porque creció de manera diferente. Sus captores le habían enseñado en forma
diferente. Le habían sometido; habían lastimado su carne, y hundido su mente en
esclavitud. Él no podía defenderse, ni cazar, porque no sabía, ni podía.
Mientras que el león grande había aprendido, porque vio y vivió en un ambiente que
le propició a saber todo ello.
Tu Maestría te indicará: enséñale a cazar, a ser libre; enséñale a defenderse.
Y el pequeño cachorro aprenderá.
Tal vez en su interno, él sabe hacer muchas maravillas: caminar por una escalera, subir, bajar
por una cuerda; hacer muchas cosas que le enseñaron aquellos que le capturaron, y le
sometieron. Tal vez, esa sea la Maestría del cachorro, que algún día –tal vez–
pueda enseñar a su hermano león.
Pero cada quién es diferente, por las circunstancias que le ha dado este mundo terrenal.
Recuerda, sois Uno solo en la libertad de mi Padre.
Seguid adelante pequeños benditos.

[1] El Portal, es Jesús (Volver al texto.)
[2] En lo relativo a “Perfección Divina”: Cuando se comienzan a pulir todas las facetas del diamante, es de manera consciente, a través de un esfuerzo y labor. Luego entonces, va más allá de esta realidad material, al estar “conectados” con la Divinidad. En lo referente a Ser ese “Poder Único”: Jesús nos repite constantemente que (Volver al texto.)
[3] Recordar que el Maestro nos ha dicho que el Padre y Él, nos formaron con las virtudes, potencias, gracias y dones, que cada uno de nosotros le pidió (Volver al texto.)
[4] Cuando por Decisión propia vivimos en Luz; la Luz se manifestará en nuestras vidas materiales como Amor, alegría; pero también abundancia, prosperidad, salud, etcétera (Volver al texto.)
[5] En otras lecciones, el Maestro nos ha dicho que absolutamente nada, que no sea solo Luz, nos pertenece. Todo eso gris, oscuro, se ha adherido a nosotros –espiritual y materialmente– pero No es parte de nuestra esencia verdadera. Entonces en esa puerta de Humildad, Él remueve ese “polvo del mundo” (Volver al texto.)
[6] “Se Verdad”, es una de las claves que nos ha revelado el Maestro, para entrar y permanecer en el camino que nos lleva a “trascender”. Él nos ha señalado, que la Verdad está sobre la razón; porque la primera es parte de nuestra esencia misma –la Divina; y la segunda proviene de nuestra mente imperfecta. La razón es mundana; la Verdad es Espíritu de Jesús (uno de ellos), Poder del Padre (uno de ellos) (Volver al texto.)
[7] Se refiere a esos Seres de Luz que voluntariamente bajaron con Él, en los tiempos y las edades. A muchos de ellos los hemos llamado “Santos”, o “Maestros Ascendidos” (también son los Sabios que solo buscaron el bienestar de la humanidad). Y los que probamos del fruto del conocimiento, y ahora somos la humanidad, tenemos ese mismo potencial; mas hay que trabajar en ello –haciendo la Voluntad de Dios. −Consultar en el Glosario “Voluntad de Dios” (Volver al texto.)
[8] Jesús nos dice que Él es la Luz, la Verdad y la Vida. A groso modo, que aquel que no tenga estos 3 atributos, está en bien y mal, o en oscuridad. Y en este párrafo nos hace reflexionar sobre la gravedad de dar cabida a las falsedades y mentiras de la oscuridad… cuando nosotros Somos “Verdad”. Entonces, hemos ido en contra, de lo que en esencia Somos (Volver al texto.)
[9] “Instante” tomando en cuenta que somos Seres Eternos (Volver al texto.)
[10] Porque fue lo que le pedimos, cuando nos creó. Así que su Voluntad, es nuestra voluntad (Volver al texto.)
[11] Cuando hayamos hecho la Voluntad del Padre, entonces podremos “trascender”. Habremos subido un escalón más, en la Escala de Perfección (Volver al texto.)
[12] Consultar en el GLOSARIO: Séptimo Sello (Volver al texto.)
[13] Es decir, trascender. No habrá que volver a reencarnar en el Sistema de Cosas del Bien y Mal. Se habrá subido un escalón más en la Escala de Perfección; y por ello no será necesario volver al mundo de las formas. Entonces se hace un gran festejo en los cielos, porque el hijo prodigo ha vuelto a casa… y es a lo que el Padre llama la “Gran Boda de tu Vida” (Volver al texto.)
[14] En lecciones anteriores, donde el Maestro nos ha dado algunas claves –o llaves– para llegar a “Ser”, lo más cercano a nuestra Verdad en este mundo. Pues, una de ellas es: que La Verdad esté sobre la razón… ya que la razón es mundana, producto del bien y mal. Y la Verdad es del Espíritu. Entonces aquí se refiere a una “razón espiritualizada” –que no es producto solo del bien y mal, sino más bien, de la Luz (Volver al texto.)