Coincidencias de Busqueda:

[181028] – LLEVAS DIVERSAS CARGAS. – Sois Uno solo, en verdad, en Unión con tu Dios.
Es regocijo Espiritual el recibiros a cada uno; enseñarte a caminar en Unión;
a estar en Gracia de mi Padre; el formar una Alianza en los cielos y en La Tierra,
para manifestar la grandeza de tu Señor. −Yo sé todas las cargas que llevas:
unas falsas e inútiles; otras que te alejan de tu Dios; otras más que te pierden,
y te hunden en el fango y en el lodo, haciéndote creer, que eres parte de ellas.

LA LUCHA ES INDIVIDUAL. - Cada uno de vosotros hará el esfuerzo por llegar a tu Verdad
Eterna, a tu Padre. Nadie puede dar un paso hacia Dios; hacia tu Libertad Eterna, sino es por
su propio pie. Es decir, que tienes que hacer tu esfuerzo, trabajo y labor,
para poder caminar hacia tu Dios, y para ser Uno en Él.
Tu lucha es individual, porque solo a ti te corresponde utilizar tu libre albedrío; el decidir
tu camino hacia las estrellas –no estas materiales que ves, sino las verdaderas,
que son Eternas: que son tus hermanos, que eres tú mismo ^[1] .
Te corresponde el decidir, el regreso a tu patria celestial;
o tu permanencia, en este haz de La Tierra, en sufrimiento y en dolor.

DUALIDAD. - Eres un Ser Eterno, pero no te puedes dar cuenta de ello, porque tu adversario
−que envuelve este mundo y forma parte de él− te engaña a cada instante.
Él es, en contra de ti, y de todos. Te hace sufrir, al hacerte creer, que eres ajeno a Dios.
Tú, al tomar del conocimiento del bien y del mal… decidiste ser Dual: bien y mal.
Decidiste estar en Verdad, y en mentira. Decidiste Eternidad o, decidiste muerte.
Mas como llevas Eternidad en ti –en tu interno; y llevas muerte en tu externo…
estás en una confusión tremenda. −No puedes entender que RENACES
una y otra vez; y que tu Alma es la misma, tu Espíritu es el mismo.
Eres Eterno, pero al mismo tiempo no lo eres; porque No crees en tu Eternidad, ni en ti
mismo. Porque piensas que tu carne, es tu Ser Verdadero; cuando solamente es un
instrumento para manifestarte en esta vida, en esta tierra, en este universo que conoces.
Y lo conoce tu CARNE Y MENTE, porque no ha visto otra cosa que sea diferente a este.
Solo conoce lo que puede tocar, ver, oír, sentir con sus sentidos materiales
–y solo cree en ellos. Es normal, porque está formada, de ellos.
Estás en una locura de la cual no podías despertar, hasta que no viniese mi Espíritu Santo
a despertarte, y a decirte las Verdades Eternas, de tu Realidad Eterna.

Y Vosotros sigues viniendo a escuchar mi palabra, mi voz en la montaña,
en el desierto. Porque unos caminan en el desierto, otros en la montaña ^[2] ;
pero todos haces un esfuerzo por reunirte con su Dios.
En los tiempos y en las edades, vengo a despertarte y decirte que eres Eterno
y Uno solo con Dios. −Eres Unidad, no dual. Sois individuales, Únicos;
pero este mundo te hace dual: sentirte tierra, y algo que está dentro de ti
– lo que es Divino y Eterno.
Mientras no entiendas estas palabras, vas a seguir sufriendo y llorando; porque este mundo,
eso es. −El mundo es trabajo, dolor, sacrificio, esfuerzo, lucha, muerte.
Pero también es vida, maestría, es manifestación.
¿Cómo lograr una manifestación de algo, que tu carne no conoce?
Teniendo Fe; creyendo en aquello que has olvidado, y que está dentro de ti:
TU UNIDAD PERFECTA CON MI PADRE. - No eres dos –eres Uno solo, en mi Padre.
Cuando tú la recuperes, y sepas que eres Uno con Dios, sabrás que tus hermanos
y semejantes son lo mismo. Y aunque exista materialmente esa dualidad,
ya no tendrá relevancia, porque la Unidad Perfecta, ya estará lograda.
UNIÓN, GRACIA, ALIANZA. - Ser Uno solo en mi Padre, es Unión entre vosotros.
Puedes decir: ¿Cómo dejar de ser Unión materialmente, para ser Unión Eterna?
Pero aquí está, en tu lógica material... deja de ser dual, y hazte Uno con mi Padre.
Al hacerlo, eres Unión entre todos tus hermanos, porque sabrás sin lugar a dudas,
que son Uno solo contigo –al ser Uno solo con mi Padre.
Cuando tu recuperas esa Unión Eterna con Dios, eres Unión Eterna con tus
hermanos; y eres Gracia en mi Padre, porque has hecho un esfuerzo, una lucha
por llegar a la montaña, por reunirte en el desierto; por compartir el agua viva.

Te has hecho Uno solo con Dios; luego entonces, estás es Unión , estás en Gracia.
Ahora os invito a ser Alianza entre vosotros. Una Alianza de ayuda mutua,
de protegerse y fortalecerse los unos a los otros.
Una Alianza con mi Padre, porque Él es la fortaleza, de vosotros.
HERMANO TIEMPO. - El tiempo para tu Dios, no es como el tuyo.
El tiempo es un poder para mi Padre, y lo sería para ti
−cuando tú recuperes tu Unidad con mi Padre, y sepas que eres Eterno.
Te he dicho: “Tu Hermano Tiempo está ahí; pero él no te reconoce como hermano
… hasta que Tú Mismo te vuelvas Eterno. Y ¿Cómo volverte Eterno?
Siendo Unidad con tu Dios. −Cuando vivas cada instante como el último, como el primero.
Cuando sepas en verdad Vivir cada momento, como lo que es: Único y Eterno ^[3] .
En ese instante tu Hermano Tiempo, te reconoce como hermano ^[4] .
Sabe que eres Uno solo con Dios, como él también lo es.
Entonces disfrutaras cada instante de tu vida, sea al parecer de tu carne: bueno o malo.
Esa experiencia que vives, cada instante y momento de tu vida…
es Eterna, Única, Verdadera; para ti, para tu Dios.

PARABOLA DEL GRAN ÁRBOL INVADIDO DE MALA HIERBA. - Este mundo,
desde tu nacimiento, te ha envenenado y engañado.
Existió una vez, un árbol grandísimo, de grueso tronco; lleno de flores y de frutos,
de bondad y de Amor. Abundante en sus ramajes, esplendido en sus flores, y grandioso
en sus frutos. −Pero, del adversario cayó una semilla insignificante, en medio de sus ramas
–al parecer buena. Esta, comenzó a crecer, a echar raíces; luego cayó otra, y otra más.
Así, fueron penetrando el tronco grueso… y su corazón;
invadiendo todo lo que otrora, había sido ese árbol.
Eran semillas de sentimentalismo ^[5] , que traían todos los sentimientos de oscuridad:
miseria, dolor, llanto, amargura, desesperación, miedo, pánico, lujuria, vicio, muerte.
El árbol creía que eran parte de sí mismo, pues veía que crecían sus ramas prosperas
y abundantes. −Y les dejó; no se opuso –en su albedrío– a rechazar aquello.
Aun sabiendo que él era Luz pura, no hizo nada por rechazar aquel sentimentalismo
que le envolvía; aquella culpa; aquel sentirse siempre el último, el más despreciable.
Sentirse olvidado, engañado, aborrecido de los demás. −Sentirse indigno del Amor,
de la prosperidad, la salud, la sabiduría…
Las semillas comenzaron a crecer, hasta ser tan grandes, como el árbol mismo…
y a matar su corazón, y apropiarse del árbol. Entonces, se llenó de flores
–de una oscuridad engañosa… y dejó de vivir para la Luz,
para todo aquello que había sido formado; manifestando frutos de sentimentalismo.
Aquel árbol grandioso –aparentemente lleno de verdor, de flores, de frutos–
fue transformado, en un árbol de oscuridad.
Llegó entonces un granjero que cuidaba aquel prado− otrora verde y hermoso.
Contempló ese árbol extraño; y reconoció que había sido invadido por MALA HIERBA.
Comenzó a cortarla; y conforme la cortaba, el árbol iba recobrando su antigua vida,
recobrando lo que había tenido antes, de que aquella mala semilla, lo invadiera.
Mas mucha semilla había todavía, que había penetrado en su corazón. Entonces, el granjero
le dijo al árbol: “árbol mío, Yo te amo; te formé y te hice árbol de fruta agradable.
Mas solo estás dando frutos amargos, y agrios. Sí no decides arrancar, y no dar ya de comer
a esas semillas y raíces, que aún quedan dentro de ti… habrás de morir por siempre.
Hoy, pude recuperar una parte de ti, pero lo demás te corresponde –porque es tu libre
albedrío. Solo te he dejado el espacio suficiente, para que hagas tu voluntad;
para que decidas sí darle la vida a esa mala hierba,
o ser Vida de Luz, como siempre lo has sido.
El árbol decidió hacer un esfuerzo supremo, para ya no alimentar las raíces
de esa mala hierba; que creía que eran flores buenas y agradables;
cuando solamente era maldición para sí mismo, y para todos los que le rodeaban.
Tardó mucho en desechar hasta la última semilla y raíz; porque aquello
que le había envuelto, había tardado muchos años.
Así que llevó un tiempo prolongado, para que pudiera resplandecer nuevamente.

Cuando aquel granjero pasó por segunda vez, vio que el árbol había hecho su gran esfuerzo.
Le dijo: “Eres maravillo. Bien te formó mi Padre en los cielos.
Y en La Tierra, te dio el poder de manifestar frutos de Amor y de Vida.
He visto tu esfuerzo y tu trabajo, y Hoy sé, que no quieres esa mala hierba en ti.
Así que con el poder que me ha dado mi Padre, arranco hasta la última semilla;
y retiro hasta la última raíz mala; y te protejo para siempre, de esa mala hierba.
−Os hablo así para que cada uno de vosotros, entienda en dualidad
y entienda en Unidad con mi Padre. Ese árbol eres tú; ese granjero soy Yo.
Esa mala semilla es tu adversario, de toda la vida. −Sí tú no decides hacer el esfuerzo
por retirarla de ti; nadie en verdad puede hacerlo, porque es tu libre albedrío.
¡Porque Dios es Libertad, y tú también lo eres!
Decide desde Hoy, y para siempre, arrancar esa mala semilla.
Has tu esfuerzo, tu lucha y tu trabajo. Cuando mi Padre, y tu hermano mayor,
vean que tu decisión, sin lugar a dudas es, ya no tener esa mala semilla en ti…
entonces, ese esfuerzo es tuyo, y también es mío. Porque Yo estoy en ti;
y retiraremos hasta la última semilla, y raíz.
Mas es tu decisión seguir el camino del sufrimiento y del dolor; o seguir
el de tu Libertad y Salvación. Seguir en tu camino de esclavitud, de muerte y de miseria,
o en el camino de Libertad, de prosperidad, de abundancia, de Salvación.
LA CONCIENCIA. - Preguntas ¿Qué camino, he de tomar? ¿Mi conciencia?
Te pregunto en verdad ¿A qué conciencia te refieres? ¿A tu conciencia dual –de bien y de
mal? A tu conciencia trastornada por la oscuridad; a una conciencia terrenal, mental, que no
sabe ni lo qué dice. O ¿a una Conciencia Verdadera, de tu Unidad con mi Padre?
Hoy tu Maestro te dice: “Tu conciencia verdadera, es la que es Una sola con Dios;
una sola con tu Unidad Perfecta, nueva y Eterna;
muy diferente a la conciencia de este mundo.
TU ÁRBOL. - Os he entregado un manjar único para ti; una Esperanza única para que ese
árbol recupere su Verdad Eterna; y sea árbol de frutos, de flores, de ramajes de Luz;
que den sombra, abrigo, aromas y alimento a tus hermanos y semejantes.
Mas mientras estés centrado en Ser una dualidad, entonces darás frutos amargos y agrios.
No darás sombra; porque cobijaras a los tuyos, pero a los demás los desprotegerás.
−Os he dicho en el segundo de los tiempos, que no puedes servir a DOS AMOS,
porque con uno habrás de quedar mal. −Es tu decisión y tu libre albedrío, seguir al
verdadero amo −como tú le dices. −¿Cuál es tu verdadero amo? ¿Tu Unidad con mi Padre?
¿Tu Verdad Eterna? O ¿La verdad de tu carne y de tu mente?
Pero, Yo no me refiero a mi Padre; me refiero a tu Verdad Eterna^[6] .
Cuántos quisieron escuchar estas palabras; cuántos quisieran tan siquiera verlas reflejadas
en un escrito, pero aunque así fuera, sería polvo y tierra.
Porque si no es en la presencia de tu Padre, la enseñanza es tergiversada, ya que la
oscuridad está ahí presente, como hierba mala en tu mente y cuerpo,
para desviarte de la Verdad de tu Dios.

SÉPTIMO SELLO. - Os invito a Ser, este Séptimo Sello de mi Padre.
Yo he entregado esos Siete Sellos, a esas iglesias, en los tiempos y en las edades.
Este Séptimo Sello de mi Dios, es el sello de la Alianza con mi Padre;
es el camino de regreso a tu patria verdadera. Es el término de este sufrimiento y este dolor
—porque lo que sufres con tu carne y mente; con tu casa, con tu familia;
lo que sufres con el mundo… lo has sufrido muchas veces.
Y se te ha dado una semilla nueva; un árbol nuevo con follajes, con flores,
con aromas, con frutos hermosos ^[7] .
Mas siempre has permitido en tu libre albedrío, que la mala hierba venga hacia ti; que como
bestia poderosa, se apropia de tus sentimientos, pensamientos; de tus actos y acciones.
Entonces terminas nuevamente diciendo: “No supe que hacer, Padre Santísimo;
nuevamente eché a perder esa planta; nuevamente me olvidé”.
Dice mi Padre: “Tú me reconoces, soy tu Padre, y tú eres mi hijo. Yo he estado contigo
siempre… sabes que tu Maestro, que tu Padre Eterno, que su Espíritu Santo,
han sido Uno solo contigo siempre. Pero tú, en tu libre albedrío, quisiste darle más
relevancia a tu carne y mente, que al Alma y al Espíritu de Dios”.
Muchos dices: “es que el Padre, está allá; es que el Hijo, está allá; es que los santos, están
allá –mis hermanos y semejantes que dieron ejemplo a la humanidad, están allá”.
Y Yo te digo: “No están allá… están ahí, dentro de tu corazón”.
Yo te di el poder de la Fe, para que hicieras a un lado tu carne y mente, y lo que piense
ese árbol al decir: “estas plantas, estas hierbas, estas flores, son ajenas a mí;
pero son hermosas. Yo las veo así, yo creo que son buenas”.
Y las deja entrar, no recordando que solamente él es Luz, y poder de mi Padre en La Tierra.
No recordando que él es grandeza de Dios, en donde esté.
En su simple Unidad con Dios, es todo en mi Padre.
Y que cosa hay, ¿qué sea más grande que tu Dios?
Si la grandeza infinita está en ti ¿Qué buscas fuera de ella?
Muchos de vosotros en su soledad, sois atormentados. Te hacen creer que eres imperfecto.
Esa es una mala semilla, es una mala hierba que quiere pudrir tu árbol entero.

CONTRAPONERTE CON TU HERMANO. - Debéis de recordar que tu hermano no es perfecto,
ni nunca lo será. Pero si él es imperfecto material, mentalmente; tú también lo eres.
Y la oscuridad dice: “aquí aprovecho, y separo uno del otro; los hago duales; los hago bien
y mal; los hago sufrimiento y dolor; y los hago que se acusen unos a los otros.
Soy juez, verdugo y ejecuto la sentencia”.
Y vosotros cruzados de brazos, dices: “Es cierto, porque mentí; es cierto,
porque yo tengo la razón. Y dice el otro: No, yo la tengo”.
Dios te ha dicho: “toda razón del mundo, es barrera del mundo; cambia la razón
por la Verdad”. La razón es tu mente; tu Verdad es tu corazón.
Tu Verdad, es el árbol puro, sin mala hierba.
Tu razón es la dualidad de la mala hierba, y el árbol bueno.
ALMA. - Cada uno de vosotros ha caminado en los tiempos y en las edades, para reunirse
conmigo ^[8] . He salido a tu encuentro, y te he llamado para que te reúnas, y formes este árbol.
Y aunque tu carne no lo vea, y no lo sienta −estamos en este Oasis de Luz.
Yo estoy sentado a un lado del manantial, y comparto de estos dátiles, con cada uno de
vosotros viajeros ^[9] . −Aunque no lo creas, sois los de ayer, los de hoy, y de mañana.
Os entrego la misma cátedra por igual; porque mi Amor es igual para vosotros.
Compartirla con vuestros hermanos; pero sobre todo compártela con tu Verdad Eterna.
Dale este manjar Espiritual a tu carne y mente –a esa oveja, para que se vuelva mansa,
sumisa, obediente a tu voluntad.
Porque tú eres el representante de mi Padre en La Tierra; porque tú eres el que manifiesta
los frutos de Amor, de Unión, de Gracia y de Alianza.
Todos mis Sellos han quedado ahí… en La Tierra; pero este Sello de Unión, Gracia
y Alianza te lleva a mi Padre; os hace Uno con Él.
Entended las razones que vengo a darte, pues tu carne no te las puede dar −tus libros
tampoco. Porque esto va más allá, de todo tu entendimiento,
de todo tu razonamiento −que barrera y polvo es, y nada más.
Si no has podido trascender, es a causa de tu razón; a causa de esa dualidad; a causa de esa
mala hierba que has permito entrar en ti. ¡Desóyela, arráncala!
Ya no le alimentes, y empieza a Ser lo que Tú Eres: un árbol de Luz, de Vida, de Gracia.
De grandes ramajes y abundante follaje; de flores hermosas, exquisitas, con un aroma único;
y con unos frutos hermosos, divinos −que sacian el hambre y la sed de toda la humanidad”.
Mas a pesar de tanta mala hierba que llevan tus hermanos, que tienen los templos
y escuelas; en verdad ¡aún buscan el cobijo y el amparo de tu Señor!
Yo soy Verbo, y como Verbo te digo: “ Actuar y hacer , es Voluntad de tu Dios.
Y la Voluntad suprema tuya y Verdadera, es Ser Luz, y no oscuridad.
La mala hierba que lleven –sea la que sea– ya no la alimentes más.
No digas “es mía”, pues al hacerlo, entra en tu corazón; y va a tomar la vida de tu corazón,
y te va a hacer sentir que ella… Eres Tú; al ser una bestia abominable
que ha tomado las riendas de tu vida.
Recuerda que tu cuerpo material, es como una barca que navega en un gran río, en un gran
mar; y el timón es tu mente. Sí la dejas a su libre albedrío, va a dirigir la barca hasta
destruirla. El que toma el timón es tu Alma, tu Espíritu, tu Verdad Eterna.
Si, toma el timón de tu cuerpo, y de tu vida material… el hijo de Dios.
Deja de creer en la mala hierba: que eres malo, cruel.
Que eres fracaso, sentimentalismo, miseria.
Vuélvete Unidad con mi Padre; para que sepas que eres solamente Luz, y que todo lo demás
es lo que tú, en tu libre albedrío, has dejado que tu mente sea.
Y al momento que las malas hierbas han tomado tu mente, han tomado parte de las riendas
de tu vida –del timón de tu barco. Y lo van guiando, por caminos que no son de Luz.
DOLOR PARA OFRENDAR. - Por eso muchas veces lloras, sufres y te martirizas en vano .
−No creas que el sufrir y el llorar, es símbolo de redención; de que has hecho la voluntad de
mi Padre. —El que tú sufras y llores, cuando estás haciendo lo que es tu Unidad con mi
Padre, lo que es Luz; en estas circunstancias, lo que llegue a sufrir tu carne y tu mente
… son perlas preciosas, son galardones para Dios ^[10] .

Pero cuando lo haces en tu dualidad, es sufrimiento y dolor en vano .
Porque no es ni para tu Dios, ni para ti. Es solo un camino de oscuridad,
que tomaste en tu albedrío –turbio y malogrado por la oscuridad.
VOLUNTAD DE DIOS. - Recordad que todo es en Voluntad de mi Padre, cuanto tú caminas
en ella; cuanto tú haces mi Voluntad −que es aquello que está en tu corazón.
Todo lo demás no lo decides tú; todo lo demás se mueve alrededor tuyo, pero no es tuyo.
¡Aprended a Ser Tú Mismo! Unidad con mi Padre, Unidad con vosotros.
Aprended a ayudarse los unos a los otros; el ser fuertes unos con los otros:
es UNIÓN, GRACIA, y ALIANZA de mi Padre.
Y es todo un esfuerzo y un sacrificio… es quitar la mala hierba. Pero también el hacerlo,
es manifestar la grandeza de Dios en ti, a través de ti, y a la humanidad entera.
Sed fuertes y valientes. Yo llegaré a cada uno de vosotros, a arrancar la mala hierba
y a ver tu esfuerzo por quitarla. ¿Qué tanto esfuerzo has hecho por quitar el miedo,
la miseria, la muerte, la enfermedad? −Tu esfuerzo por Ser Unidad con mi Padre, por ser Luz.
Y quitaré todo aquello que no es tuyo, y que te ha implantado la oscuridad; porque veo en
tu libre albedrío la Decisión perfecta y honesta, de Ser lo que siempre Has Sido.
Todo lo que tú manifiestas es tuyo, y es Uno solo con tu Dios y Señor.
¡Sigue luchando y trabajando… y llegarás al fin y al cabo!