PREÁMBULO — Palabras de Jesús

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PREÁMBULO — Palabras de Jesús

Cansado eres de caminar y caminar en el haz de La Tierra, y no encontrar tu Verdad [1]
no encontrarte a ti mismo. Muchos de vosotros os lamentas: no encuentras el porqué
de las cosas; no entiendes el porqué de la enseñanza (de Jesús);
el porqué de tu Verdad ; el porqué de tu Materia: de tu carne y de tu mente.
Muchos de vosotros no encuentras un camino que sea “justo [2] ” para ti mismo;
y es que no lo buscas, en dónde es… y en donde se encuentra.

Mas, hay algo que no te permite ver, ni sentir aquello; algo que te cambia las cosas…
que tergiversa la Verdad : un velo que está cubierto por muerte, por dolor, por llanto.
Algo que no te permite Conocerte a Ti Mismo, Ser Tú Mismo. −Es el velo del bien y del mal−
La carne y la mente material, son en verdad ese velo que te envuelve,
en tinieblas de muerte; y no te permite ver la grandeza, que Tú Eres.

Viajeros de tiempos y de edades, has venido a manifestarte en tu cuerpo material,
con una misión y un trabajo único: que es Ser lo que eras, eres y serás.
A manifestar la grandeza de Dios, y Ser lo que mi Padre formó, en los cielos Eternos.
Fuisteis concebidos por mi Padre, para ser Eternos, Únicos en la creación −fuisteis
formados con aquellos dones y poderes… ¡que tú mismo, pediste a mi Padre!
Y creciendo en la Luz fuiste; en esa Luz de Amor, de gracia, bondad, alegría, felicidad.
En ese océano Eterno de Luz creciste, y viviste por siempre.
Imagínate, una vida perfecta en Luz, con un Padre perfecto en Luz;
con una hermandad, perfecta en Luz.


Pero seducido por la oscuridad fuiste; y tomaste del fruto que te daba un conocimiento
de lo bueno y de lo malo. −Al tomar aquella partícula de oscuridad, tu cuerpo verdadero
de Luz, se envolvió en un cuerpo falso de tierra y de polvo;
su Verdad se fue hacia adentro de él; y el engaño, se fue a tu externo.
Tu carne y tu mente son ese fruto de bien y del mal, así como toda la creación
que mi Padre tenía: el universo entero, que tú conoces, y ves.

Cuando tú decides tomar de ese conocimiento del bien y del mal, vienes a este
sistema de cosas del bien y del mal, donde tu mente –está pensando bien y mal,
y tu cuerpo siente bien y mal. Entonces, la seducción, el engaño, la mentira
… fue surgiendo, de todos, y cada uno de vosotros; ya que el bien y el mal,
los estaba envolviendo. Luego entonces, comienzan a formar ideas, creencias, religiones;
comienzan a entorpecerse los unos, a los otros, a estar en confusión.
Al formarse el bien y el mal, se forma la muerte –el olvidar a Dios, es la muerte−
Es “desaparecer” de la Verdad , y de la “Realidad Eterna”.
Al entrar en este mundo, tú te olvidas de todo aquello que tú eras.
Entras en un parcial olvido; porque estás en bien, y en mal.

Por ello, he venido a entregarme a ti, y por ti. A enseñarte que mi Padre es Amor, y es perfecto
en Luz. −Que no es tu materia, la que puede comprender, ni regresar a Dios−
Es tu interno, tu Verdad , el hijo de Dios, la estrella que mi Padre ha hecho en los cielos,
y que por su libre albedrío, ha venido a este haz de La Tierra
… y Yo he venido detrás de ti; para enseñarte a regresar a tu Dios.
Porque cierto estaba mi Padre que la oscuridad te iba a engañar, sí alguien de los cielos
no venía a enseñarte el camino de regreso, a tu hogar. Cierto estaba mi Padre,
que si te dejábamos, te ibas a perder… y llegar a la oscuridad.
Tan grande es el Amor de mi Padre –y Yo que soy su Corazón– que hemos venido a ti,
y nos hemos entregado por ti. −En este mundo, de Ley de Causa y Efecto;
en esta Ley de la cual no puedes salir −pagado está tu precio, con mi redención−

Pequeños benditos, has venido a la cátedra de tu Dios, y tu Señor…
y habrás de escuchar en verdad y de cierto, muchas cosas, que al principio te confunden;
pero que habrán de ir despertando una Verdad,que no tiene otra cara;
porque la Verdad es la misma, por donde quiera que la veas.
Y no puede tu razonamiento, ni tu entendimiento vencer a la Verdad
… porque éstaf, no puede cambiar.

En la vida de las formas [3] de este tercer tiempo, has perdido de vista tu Verdad…
y has comprendido, lo que es mentira. Mas Hoy vengo a entregarte Luz,
y a descorrer todos los velos de tu materia −para que el Espíritu surja−
y tomes de cada corazón, que se hace presente en esta Tierra, y en todas las creaciones
–porque todos son Uno… y Uno, en mi Padre, son todos−
Siempre en ti ha estado la Verdad y la sinceridad; y cuando tú caminas en contra de ella…
caminas en contra de ti mismo. Y cuando No manifiestas Luz… manifiestas, lo que tú no eres.
Entonces el dolor y la amargura es contigo; entonces todo se vuelve un engaño,
una traición, una mentira; y caminas vagando, cayendo y levantando
–porque no encuentras tu Verdad . −No encuentras tu Luz, porque No la buscas dentro de ti.

En aquellos primeros y segundos de los tiempos [4] , los hombres y mujeres de este mundo,
caminaban esclavos de la oscuridad. Encadenados [5] en el primer tiempo, mirando hacia abajo,
donde la oscuridad te hacia ver –hacia el fondo del abismo, hacia el fango y el dolor.
Y aún te hacia ver, que ese Dios de Luz, de Amor –que te ama– era un Dios que te castigaba y
sometía; y te impedía toda acción, que no fuera una “rectitud aparente” en este mundo.
Pero como tu carne y mente no pueden ser rectas en Luz −pues fueron hechas para habitar,
este mundo de bien y mal− cometías muchos errores; y con ello aún más, la oscuridad
te esclavizaba, te condenaba, martirizaba; y te volvía aún más reo, de ella.

En aquellos primeros de los tiempos, los hombres y mujeres del mundo, caminaron muy lejos
de Dios. Solamente aquellos que conservaron en su corazón un Amor hacia su Dios,
pudieron sostenerse. −Pues Hoy en este tercero de los tiempos,
vengo a cada uno de vosotros, a decirte: “Que eres Luz, y eres Verdad Eterna ”.
Te he dado en estas cátedras, un conocimiento muy amplio de ti mismo; más tu carne
–la de muchos de vosotros– no ha querido entender. Porque no sabe cómo entender a Dios;
ya que no pueden verlo, ni tocarlo, ni oírlo … no saben cómo. −Y te digo:
“siendo de este material, de este mundo: de tierra –no puede entender, lo que es Espíritu”.

−Hoy puedo hablarte en forma diferente, a aquella que use con mis apóstoles−
Los tiempos cambian, y en este tiempo a través de mucho esfuerzo y trabajo
–de lágrimas, de sangre, y de muchos sacrificios– puedo entregar la PALABRA en forma,
a tu modo, y a tu manera. −Yo el buen pastor, vengo hacia ti, como tu Maestro,
como tu amigo, como tu hermano. −Vengo a enseñarte, como en aquellos tiempos
te enseñaba; mas Hoy tienes otra mente ¡Tienes más fuerza dentro de ti! y puedes vencer esas
tinieblas; pero aún hace falta mucho más, para que puedas hacerlas a un lado.

Cuántas cosas te he querido enseñar, a través de los tiempos y de las edades;
pero tú te cierras en esos libros, que dices te enseñan; cuando en verdad y de cierto…
¡Tienes tus ojos Espirituales abiertos! −Mas es lo primero que te cierra la oscuridad−
Lo primero que tu carne y mente desecha; porque no cree que exista, algo más allá de ellas.
Tuvieron que pasar tantos años para que, Hoy por Hoy, pudieras escuchar estas enseñanzas.
Y aunque en algunos he derramado el conocimiento, en verdad que no lo han
aceptado; porque han creído que es fantasía , como la oscuridad les ha dicho, que es.

Cada uno de vosotros es diferente, os lo he dicho. Hoy por hoy, caminas entre creer,
y no creer; entre hacer, y no hacer –como siempre lo has hecho, como siempre
has caminado en La Tierra. −Y como siempre: has vuelto una y otra vez,
a este haz de La Tierra, para tratar de cumplir, la Voluntad de tu Dios
–que no es más que tu voluntad; lo que tú le pediste al Padre, cuando te formó−


Os he dicho que todo aquello que te arraiga al haz de La Tierra, es aquello negativo
–lo malo, que has hecho tuyo, y crees es tuyo… ¡Que no quieres soltar!
Esos odios, rencores, envidias; esas ambiciones; esos desprecios, esas venganzas,
esos maltratos. Todo aquello que crees tú –y juzgas tú– que te ha hecho sufrir.
Mas te digo: “todo ello, te ha hecho llegar aquí. Aunque fue un camino de piedras,
cuesta arriba y resbaladizo; un camino de sufrimiento y de dolor”.

Cada uno de vosotros ha venido por diferentes caminos, veredas y senderos;
cada uno de vosotros cayendo y levantando, muchas veces. Y no me refiero a este día,
sino a este instante Eterno, donde tu Alma venciendo las tinieblas de tu carne y de tu mente, se
levanta por sobre ellas, y se acerca a su Dios, y a su Verdad .
Porque tu carne que gobierna en este mundo, muchas veces ya no puede caminar,
ni resolver sus problemas; y es cuando ella se vence, y se deja en los brazos de su pastor,
que es tu Verdad Eterna , que es tu Maestro –y Uno solo contigo.


−Tú lo has pedido, Yo te lo he dicho− Cuando has llegado en Espíritu, en Alma,
hacia mi Padre, has pedido que Yo viniera a tu vida material, y te dijese todas estas palabras,
para que tú recordaras quién eres, de dónde vienes, a dónde vas.
Para venir a enseñarte, a guiarte, a orientarte… a decírtelo materialmente; porque este mundo
te engaña — ¿Cuántas veces has llegado delante de tu Dios, y tu Señor? a decirle:
“Padre mío, olvide mi misión y mi trabajo, en el haz de La Tierra. No entregue tu mensaje;
no manifesté; no me realice a mí mismo(a)… porque la oscuridad me engaño”.
Y Hoy… Hoy lo tienes; me lo has pedido, y he venido hacia ti. Hoy es el momento,
Hoy he venido por ti, a decirte a ti, en este cuerpo y en esta mente material que tú tienes…
a revelarte –despierto como me lo has pedido– en carne, en mente, en Palabra, en
conocimiento, en entendimiento. Tú me lo has pedido, y Yo he venido a cumplírtelo.

El Padre, lleno de infinito Amor hacia ti, lo ha permitido. Me concede entregar hacia vosotros;
permite que escribas de mis Palabras, hacia ti humanidad… hacia vosotros corazones.
Y dirás: “es que, ya soy muy anciano”. −Pues es el tiempo que te corresponde;
porque no solamente me he presentado aquí… he estado contigo, toda la vida.
Cuando tú has sentido sinceridad, Verdad −Yo he estado ahí. Cuando has sentido Amor,
misericordia, Luz, Yo he estado, contigo. Siempre lo he hecho. He sufrido,
lo que tú has sufrido; he llorado, lo que tú has llorado; he padecido, lo que tú has padecido.
Y te he levantado; y nos hemos levantado. Y Hoy estamos aquí, por una, u otra razón.

Tu Maestro viene hacia ti, a enseñarte lo que ya sabías… pero no te dejaban recordar.
Yo le estoy recordando a tu Alma, a tu Espíritu, quién es; para que entre los dos,
abramos la brecha, y tú comiences a laborar en tu cuerpo y mente material, para enseñarle
la grandeza que es; el hijo de Dios que es; la heredad que tiene de mi Padre.
Enseñarle que es un Ser Eterno; y enseñarle al cuerpo material, que solo es un instrumento
de manifestación de tu Luz; un instrumento imperfecto para entender, y Ser Luz.
Mas encontrarás la Verdad que hay en ti; encontrarás muchas verdades de las que
has oído hablar en tus libros. Aunque el buen conocimiento, se trasmite del Maestro
al alumno; no del libro, al alumno −del Maestro al alumno. Si bien esos libros, sí tienen
la capacidad de retener conocimiento –siempre y cuando, el guía esté con ellos.


Tú tienes un tiempo, y un momento –siempre se te da. Naces, creces y terminas;
y vuelves nuevamente… y vuelves de nuevo. ¡Cuántas veces, volverás otra vez?
¿Cuándo llegará el momento que te decidas, a Ser lo que Tú Eres?
Mi Padre no te pide, ni te exige, porque Él es bondad Eterna. Y Yo vengo a enseñarte, y a
decirte lo que pasa contigo. Te lo puedo decir Hoy, porque has luchado por muchas vidas.
¿Acaso quieres seguir luchando otras vidas más, sufriendo y llorando?
Acaso ¿no te hacen sufrir las guerras, y las destrucciones?
¿El abandono de los niños, y de todos aquellos que hay fuera de ti, y aún en tu familia?
¿No te cansas de ver tanto sufrimiento, y dolor? — ¡Es tiempo de tu Decisión!

Todo, absolutamente todo aquello que tú llevas en tu cabecita; que tú has vivido
en este mundo material, es bien y es mal… todo —Yo he venido a enseñarte
que hay algo más; porque también por instantes has volteado a la oscuridad,
¡y ves que es malo, que es cruel! −Tu carne ve y juzga, las cosas conforme “tierra”;
conforme bien y mal. Ha hecho grandes libros, y tú lo sabes
−ha hecho grandes religiones− Ha volteado a las estrellas, al pasado, al porvenir.
¿No ves y contemplas, que solo vives, un presente Eterno?
… permítete entender, y aprender de tu Maestro. Razónalo; pero no con tu razón, sino con
una Verdad Eterna . Deja tu razón, y comienza a trabajar con tu Verdad.
Piensa honestamente, en lo que te estoy hablando y diciendo, porque tu Dios no puede estar
sujeto a tus reglas humanas, terrenales, ni a tus libros, ni a tus escritos.
Pues entonces sería un Dios encerrado en un libro, en una palabra; un Dios encerrado en un
convento, en un cuarto… en un mundo. Y Yo no soy ni de este mundo, ni de este universo.
Yo soy un Dios de Eternidad, un Dios de Luz, un Dios de Amor…

Yo te prometí un Espíritu Liberador, Yo te prometí venir hacia ti; Yo te prometí
estar contigo siempre… y lo estoy cumpliendo, y lo estoy haciendo cada día.
En la Verdad Eterna … pasa tu vida: fuiste un niño, un joven, un adulto, y probablemente serás
un anciano, o ya lo eres. −La vida pasó; la viste pasar; y llegará a su fin, materialmente.
Eres un Ser Eterno, en un cuerpo que no dura mucho, que tiene un tiempo, y nada más.
Has visto pasar tus días, has visto pasar el tiempo, y aun así… no volteas a tu Eternidad;
y aun así… ¡no te das cuenta de la tremenda realidad, que estás viviendo!

−Contemplad– cada uno de vosotros vaga en este camino; en esta vida aparentemente
solo y lejos de tu Dios. Mas cuanto tu corazón me siente… ¡Tu corazón me escucha!
Cuando tu oyes la voz de la Verdad y del Amor, y vuelves tus ojos hacia tu interno:
te das cuenta que existe algo más de aquello, que puedes ver, hablar y contemplar;
decir, tocar. −Cuando te das cuenta de que hay algo más, que te llena de
Amor y de Luz, de sinceridad y honestidad… en ese instante te acuerdas de tu Dios…

Hoy he venido por ti; para mostrarte el camino de regreso a casa; para darte la enseñanza,
y que no te pierdas, y vuelvas a tu patria, a tu hogar, hijo querido de mi Padre.
¿Qué tanto engaño hay en el mundo? ¿Qué tanta maldad, que tanta mentira hay?
que no te deja ver, lo que Tú Eres; ni tu destino, ni tu camino, ni tu Verdad .
Mas cada uno de vosotros, hará el esfuerzo por llegar a tu Verdad Eterna , a tu Padre.
Porque nadie puede dar un paso hacia Dios; hacia tu Libertad Eterna…
sino es por su propio pie. Es decir: que tienes que hacer tu propio esfuerzo, trabajo
y labor, para poder caminar hacia tu Dios; y para ser Uno en Él.
Tu lucha es individual, porque solo a ti te corresponde, utilizar tu libre albedrío.
Y decidir: el regreso a tu hogar celestial; o tu permanencia, en el haz de La Tierra,
en sufrimiento y en dolor.


Ahora mismo estás delante de mí −tu Alma, tu Espíritu, está. Y por la presencia de mi Padre,
y por mi presencia… son abiertos tus caminos, para llegar a mí.
Son abiertos por la Verdad ; porque la Verdad os hace Libres.
Son abiertos por ti, porque quieres conocerme, porque quieres volver a tu Dios
−aunque a tu carne, y a tu mente muchas veces, poco les interese todo esto−
Tienes libre albedrío. ¡Camina y no te detengas!
¡Corre hacia mí, y no pares pequeños benditos, que Yo te espero, con los brazos abiertos!

[1] La Verdad de uno, es lo que hay en su interno: el Ser Eterno, el Espíritu (Volver al texto.)
[2] “justo” de justicia (Volver al texto.)
[3] En los planos donde habitan los Seres de Luz, todo es etérico, no hay materia. Por eso aquí le llaman mundo, o vida de las formas (Volver al texto.)
[4] El primer tiempo corresponde a todo aquello que se narra en el Antiguo Testamento; y lo acontecido en el segundo tiempo, está en el Nuevo Testamento. El tercer tiempo inicia en septiembre de 1866 (Volver al texto.)
[5] Encadenada su Alma; que aunque no lo pareciera, esclavizaba a la materia también (Volver al texto.)

(Apóstol Juan) Apocalipsis Capítulos 5 al 8

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ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LAS
ENSEÑANZAS DEL MAESTRO JESÚS


Las Enseñanzas que aquí presentamos, son de las cátedras impartidas por el Maestro Jesús
durante varios años, en nuestra escuela Espiritual. Es importante mencionar que estos
textos están sujetos a errores; ya sea en su canalización, en la grabación, en la transcripción,
o en la interpretación. Nos explica el Maestro la razón de ello –y que hasta cierto punto,
carece de importancia; ya que nuestro interno, tiene la facultad de interpretarlas, en su
esencia verdadera:


Recordad escribanos benditos, plumas benditas de mi Padre que escribes la Verdad
de mi palabra. Que aún en esta palabra transmitida a través de un cerebro preparado,
de una vida preparada − ¡de una vida! –
Aún todo ello puede ser tergiversado; malogrado en tus escritos, en tu grabar de voces.
Toda palabra que manifiesto materialmente, es pasada por un tamiz,
de tu carne, y de tu mente. −Todo aquello que te digo en ejemplo,
que te digo en parábola también −todo ello− lleva una imperfección,
que es causada por este mundo. Mas la Esencia Viva,
habrás de entenderla en Espíritu, y en Verdad.
Muchas palabras… no concordaran contigo, ni con otros; pero para algunos otros, sí.
Otras palabras serán para ti; unas, no lo serán. Tu entenderás en carne y en mente
–en una forma, u en otra– Y verás una esencia de mi Padre, que te viene a enseñar,
a través de un instrumento preparado –pero no perfecto.


Por otro lado, se podría decir que “gramaticalmente” los mensajes, no son correctos, ya
que se entremezclan constantemente: singular/plural, y pronombres. En una frase, o de una
frase a otra: se cambia del singular al plural, o viceversa; y de una persona a otra
(pronombres). También sucede lo mismo con los tiempos; ya que aunque generalmente el
Maestro habla en presente, en pocas ocasiones, lo hace en pasado, o en futuro.

En realidad, esta –su forma de comunicación, es correcta. Nuestro Ser –nuestra esencia
Eterna– es Espíritu, y no materia. Y en el plano etérico, nuestra Alma es en algunas
cuestiones “individual”, y en otras “colectiva”. Y con respecto al tiempo; ni este, ni el
espacio, existen en esos planos –estas enseñanzas, y muchas más, nos ha trasmitido el
Maestro. Difícil de entender para las mentes humanas, pero no así para nuestro interno.
Intuimos que es la forma, en que el Maestro nos va introduciendo a esa nuestra “ verdadera
realidad
”, que es la Espiritual, y no la material. Y a este respecto, he aquí las palabras de
Jesús, para abrir nuestra mente, más allá de este mundo material:


Tu materia entiende
[su palabra, su lección] a su forma y manera
−muy propia del engaño, de la mentira… muy propia de la oscuridad.
−Aprende a ver, y a entender las cosas, con tu Ser Verdadero, con tu realidad Eterna−


Habrá ocasiones en que pensemos: “eso ya nos lo dijo el Maestro, por qué lo repite tanto”.
Aquí, nos lo explica. Debemos darle nuestra confianza. Él es el Amor, Él es sabiduría, Él es
Luz… y sabe lo que hace, y por qué lo hace.

Solo nos resta duplicar aquí, lo que Jesús nos dice acerca de los Libros y los manuscritos…
siendo éste, uno de ellos:


“Muchos de tus libros, tienen conocimiento de Verdad; mas te digo que
para el Séptimo Sello de mi Padre, todos ellos son humo, polvo, y nada más.
Y lo poco que te pudieron haber dejado –aquellos que llevaron, o llevan sabiduría,
y Verdad Eterna… es que te han traído, hasta aquí”.
“Pues ¡aquí deja tus libros! ¡Aquí deja tus creencias!
¡Aquí deja tus ataduras, y ven a tu Señor!”

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